...¿Qué nos ha
pasado en estos años? ¿No somos capaces de seguir con nuestras tradiciones? ¿No
somos capaces de coger el testigo de nuestras abuelas, de nuestras madres? Casi
todas, por no decir todas, tenemos alguna mujer en nuestra familia que ha
tenido devoción a Jesús Nazareno. Quizá en mí, sin yo saberlo, no reinaba solo
el deseo de vestirme de penitente, sino también el legado de mi abuela Ángeles
que quería dejar el testigo de acompañar a Jesús Nazareno en alguna de sus
nietas. Hermanas, mujeres no dejemos que la luces de nuestros faroles vayan
perdiéndose en el tiempo, que aunque tengamos años de ausencia entre sus filas,
no dejemos que esto venga a menos. En una sociedad donde la imagen es tan
importante, demos testimonio de nuestras tradiciones, del legado de nuestras
abuelas y sobre todo de nuestra fe haciendo que brillen tantos faroles en la
noche de Jesús, que parezca por las calles de jerez un camino infinito de
rostros anónimos, que lo único que quieren hacer es dar luz, la luz de Jesús
Nazareno, a este mundo lleno de tanta oscuridad...
