Hoy se celebra la onomástica de
San Juan Evangelista , que tuvo la
inmensa dicha de ser el discípulo más amado por Jesús, conformó junto con Pedro
y Santiago, el pequeño grupo de preferidos que Jesús llevaba a todas partes y
que presenciaron sus más grandes milagros. Los tres estuvieron presentes en la
Transfiguración, y presenciaron la resurrección de la hija de Jairo. Los tres
presenciaron la agonía de Cristo en el Huerto de los Olivos; y junto con Pedro
se encargó de preparar la Última Cena.
Juan, fue el único de los apóstoles que estuvo presente
en el Calvario. Y recibió de Él en sus últimos momentos el más precioso de los
regalos. Cristo le
encomendó que se encargara de cuidar a la Madre Santísima María, como si fuera
su propia madre, diciéndole: "He ahí a tu madre". Y diciendo a María:
"He ahí a tu hijo". Con Ella se fue a evangelizar a Éfeso y la acompañó hasta la hora de su
gloriosa muerte.
Según señala
San Jerónimo cuando San Juan era ya muy anciano se hacía llevar a las reuniones
de los cristianos y lo único que les decía siempre era esto: "hermanos, ámense los unos a
los otros". Una vez le preguntaron por qué repetía siempre lo
mismo, y respondió: "es que ese es el mandato de Jesús, y si lo cumplimos,
todo lo demás vendrá por añadidura". Vivió hasta el año 100, y fue el
único apóstol al cual no lograron matar los perseguidores. Juan se encargó de
cuidar a María Santísima como el más cariñoso de los hijos.